Evaluación de la calidad de cursos de educación continua

Ascofame desde 1964 ha promovido la calidad de las acciones formativas en educación continuada, en ese año creó el convenio de actividades regulares de Educación Continuada con el Ministerio de Salud en Colombia, luego en 1987, el ICFES apoya el diseño y operación del Sistema Nacional de Educación Continua, propuesto por Ascofame.

Al siguiente año (1988) se instaura el Comité de Extensión Médica Continua (CEMC) de Ascofame y en 1989 se crea el Sistema de educación continua para el personal de salud en Colombia – ASCOFAME – ISS – ICFES – MINSALUD – ACFO – ACOFAEN. Desde 2002 se crea EduconAscofame para sistematizar las actividades de educación continua en medicina y ciencias de la salud.

¿Cómo funciona?

Una vez se ha realizado la revisión del curso y, si se ajusta a los criterios de calidad establecidos por Ascofame, se concede al oferente solicitante la asignación de créditos de educación continuada que certifica que dicha acción formativa ha sido revisada y cumple una serie de criterios de calidad.

¿Qué evalúa?

Las dimensiones generales en los que se basa la revisión de los cursos por parte de cinco evaluadores (pedagógo, educador médico, diseñador instruccional, dos expertos clínicos temáticos) son los siguientes:

  • Calidad de procesos del oferente
  • Estructura de aprestamiento del curso
  • Contenidos y material didáctico
  • Análisis del desarrollo del curso
  • Instrumentos de mediación tecnológica
  • Evaluación
  • Tutoría, acompañamiento y servicio al estudiante

Más información: http://ascofame.org.co/web/verificardpp/

La formación continua un imperativo ético en salud

Hoy más que nunca el DPP es un factor fundamental para el desarrollo del talento humano de cualquier sistema de salud, no solo como una vía necesaria para mantener y mejorar la
idoneidad y competencia de quienes tienen en sus manos la atención de la salud de la
población, sino como incentivo para fortalecer su motivación y compromiso con el cuidado de la salud de sus pacientes y los objetivos del sistema y las instituciones de salud.

Bastante se ha escrito sobre el crecimiento acelerado del conocimiento y los cambios en la
tecnología y las características socio demográficas y epidemiológicas de la población, como elementos que exigen la actualización permanente de los médicos y profesionales de la salud, mediante el desarrollo de competencias como aprender a aprender y a desaprender, lectura crítica, uso de las TIC para el aprendizaje y el ejercicio profesional, entre otros.

Frente a estas exigencias, las respuestas en nuestro país han sido lentas, fragmentarias e
inadecuadas. Los desarrollos regulatorios e institucionales se han concentrado en la oferta de educación formal de pregrado y posgrado, con la consolidación de sistemas de calidad
robustos, mientras que la oferta de educación continua o permanente ha surgido por
iniciativas particulares de instituciones con un alto grado de heterogeneidad en su capacidad institucional, experiencia y calidad.

De esta forma, no hay certeza si la oferta actual de DPP responde a criterios de calidad y
pertinencia, para impactar positivamente la atención y los resultados en salud de la población.

Así mismo, son incipientes y aisladas las estrategias e instrumentos para conectar los esfuerzos de actualización, capacitación y fortalecimiento profesional del talento humano, con incentivos y reconocimientos para impulsar sus carreras en los ámbitos académico, investigativo, asistencial o administrativo.

De ahí la importancia de buscar la convergencia de las acciones del gobierno y las instituciones y agentes de los sectores educación y salud, para avanzar hacia un esquema de autorregulación, con criterios, procesos y reglas universales y transparentes, técnicamente definidas, que vincule a todos los agentes que participan en la oferta y demanda de DPP, de tal forma que se garantice calidad y pertinencia en las acciones formativas, racionalidad en el uso de los recursos de las personas y las instituciones y confianza de la sociedad frente a los procesos que garantizan la idoneidad permanente del talento humano en salud.