Para pasar la página del Covid-19 se requiere lograr la inmunidad colectiva (de rebaño); es decir, que por lo menos el 70% de la población colombiana tenga anticuerpos contra esta devastadora enfermedad que no tiene cura ni tratamiento posible.

La inmunidad colectiva se puede adquirir por dos vías: a través del contagio, del aumento de infectados, de enfermos graves y de muertos, lo cual es, a todas luces indeseable, o a través de la vacunación para disminuir el contagio, el número de infectados, de enfermos graves y de muertes que es, desde luego, el mejor camino.

En esta segunda vía radica la importancia del Plan Nacional de Vacunación (PNV), contra la Covid-19 que ha puesto en marcha el gobierno nacional a través de un programa serio y responsable con vacunas seguras y eficaces.

El PNV no puede fracasar porque sería catastrófico para todos nosotros. Por eso es necesario conocerlo, apropiarnos de su defensa, y promover la vacunación. El otro camino es de desolación y muerte, más confinamientos, y graves consecuencias económicas que ponen en peligro el estado de bienestar, de por sí precario en nuestro país.

El PNV tiene riesgos que debemos mitigar. Riesgos jurídicos (tutelas), tan comunes en nuestro medio, en este caso, por ejemplo, para saltarse la fila, lo cual ya ha sido intentado en varios casos la semana que pasó. Riesgos de politización de un tema de salud pública y de interés social, individual y colectivo. Y riesgos con los profetas de malos augurios que siembran la duda colectiva y producen con sus intervenciones efectos psicógenos en la población. Ya Colombia sufrió en el pasado reciente el peor fracaso de un programa de vacunación en el mundo con la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH), con las consecuencias obvias de un aumento en la incidencia de cáncer de cuello uterino.

Las vacunas compradas, que hacen parte del portafolio diseñado para apoyar el PNV, están llegando luego de surtir todos los tramites, científicos, legales, logísticos y técnicos para su consecución. El sistema de salud está preparado para avanzar en la ejecución del Plan; Colombia es líder en las américas en planes de vacunación y tiene una infraestructura y una experiencia que no tiene ningún país de América Latina y el Caribe. De manera que todo está dispuesto para asumir con éxito el más grande reto de salud pública en esta nación.

¿Qué nos falta? La confianza de la población. No podemos fallar en este intento de superar la más grande crisis de salubridad a la cual se haya enfrentado la humanidad. Esto nos involucra a todos y cada uno de nosotros, especialmente al gremio de la salud, que los incluye a ustedes como el futuro de este país. El futuro de ustedes, el futuro de todos.

Mi llamado es a apoyar el PNV; a contribuir desde nuestra posición individual o colectiva con el mismo, a difundir el mensaje de seguridad y eficacia de las vacunas, y a lograr que los 35 millones de colombianos que requerimos vacunar -para lograr la inmunidad de rebaño- lo hagamos, y salir así adelante de este caos en el cual nos ha sumido una enfermedad infecto-contagiosa.

Por eso YO ME VACUNO