Adriana Marcela Rincón-Salazar1
1 Asociación Colombiana de Facultades de Medicina (ASCOFAME), Bogotá, Colombia; mrincon@ascofame.org.co, 0000-0002-0124-5144
Resumen: El aprendizaje autodirigido representa un eje central del aprendizaje en adultos. En el campo médico, la habilidad para dirigir y regular el propio proceso de aprendizaje es fundamental para el éxito académico y profesional. Las habilidades del aprendizaje autodirigido, las cuales se asocian con el aprendizaje de por vida “lifelong learning” son necesarias en un campo de conocimiento rápidamente cambiante y expansivo. El entrenamiento temprano de los estudiantes mediante estrategias que favorecen y fortalecen este tipo de aprendizaje representa una transformación de la cultura del aprendizaje médico con beneficios que trascienden al aprendiz. Sin embargo, esto implica retos para los estudiantes, docentes y facultades de medicina. En este artículo de revisión, se detallará el concepto de aprendizaje autodirigido, sus fundamentos educativos, asi como sus metodologías, ventajas y retos.
Palabras clave: autoaprendizaje como asunto, enseñanza médica, educación del primer ciclo en medicina.
Abstract: Self-directed learning represents a central axis of learning in adults. In the medical field, the ability to direct and regulate one’s own learning process is essential for academic and professional success. Self-directed learning skills, which are associated with lifelong learning, are necessary in a rapidly changing and expanding field of knowledge. The early training of students through strategies that favor and strengthen this type of learning represents a transformation of the culture of medical learning with benefits that transcend the learner. However, this poses challenges for students, teachers, and medical schools. In this review article, the concept of self-directed learning, its educational foundations, as well as its methodologies, advantages and challenges will be detailed.
Keywords: Self-Directed Learning as Topic, Education, Medical, Undergraduate.
Introducción
Existe múltiples y variadas teorías sobre cómo se da el aprendizaje en los adultos; algunas de estas teorías se sobreponen entre sí al igual que sus categorías (1). De manera simplificada, estas se pueden agrupar en teorías del aprendizaje instrumental, teoría del aprendizaje transformativo, teoría del aprendizaje social, modelos motivacionales, modelos reflexivos y teorías humanísticas (1). Las teorías humanísticas se centran en el aprendizaje autodirigido y direccionado por motivaciones intrínsecas; estas teorías sugieren que los adultos pueden planear, gestionar y evaluar su propio aprendizaje, con énfasis en la autonomía y la libertad de aprender (1)(2).
Históricamente, el aprendizaje autodirigido se define como un proceso cíclico en el cual los individuos utilizan la retroalimentación autogenerada sobre su propio proceso de aprendizaje con el objetivo de alcanzar metas; este es un constructo multidimensional que comprende al aprendiz como un ser autorregulado, involucrado de manera cognitiva, afectiva y comportamental en su proceso de aprendizaje (Figura 1) (3)(4)(5). En 1975, Malcolm Knowles, referente del aprendizaje autodirigido, describió al aprendiz autodirigido como aquel que es capaz de diagnosticar sus necesidades de aprendizaje (con o sin la ayuda de otros), formular sus objetivos, identificar recursos humanos y materiales para el aprendizaje, elegir e implementar estrategias adecuadas para aprender, además de evaluar los resultados de lo aprendido; en términos generales, el individuo es capaz de responsabilizarse y tomar control sobre su propio aprendizaje (5)(6).
Figura 1. Principales características del aprendizaje autodirigido |
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Es importante diferenciar el concepto de aprendizaje autodirigido del de autorregulado(2). Este último, hace referencia al mero proceso que realiza el alumno al reflexionar sobre sus lagunas de conocimiento, planificar y monitorear su desempeño; este se encuentra dentro del espectro de aprendizaje autodirigido, sin embargo, se limita a procesos, tiene un alcance limitado y describe las tareas que el estudiante debe realizar (2)(7)(Tabla 1). Es usual que las recomendaciones para promover el aprendizaje autodirigido estén orientadas por procesos y tareas, dejando de lado la rica base bibliográfica y fundamentos teóricos del aprendizaje autodirigido, pero bajo la premisa de que el aprendiz autodirigido debe ser un autorregulador efectivo (2)(7).
Tabla 1. Aprendizaje autodirigido Vs. Aprendizaje autorregulado | |
Aprendizaje Autodirigido | Aprendizaje autorregulado |
Hace referencia a un aprendiz de por vida “lifelong learner” que sabe cómo identificar sus propias necesidades de aprendizaje y suplirlas.
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Comprendido como un PROCESO cíclico en el que un alumno reflexiona sobre sus deficiencias, planifica, supervisa su desempeño y se autoevalúa. |
Describe el enfoque general del aprendizaje adoptado por un alumno. | Describe el enfoque específico de los procesos de aprendizaje clave en relación con una tarea claramente definida. |
El estudiante autodirigido asume la responsabilidad de su propio aprendizaje y tiene motivaciones intrínsecas para desarrollar, implementar y evaluar su enfoque de aprendizaje. | El estudiante es estratégico y utiliza una variedad de procesos cognitivos y metacognitivos clave para garantizar que se logre el aprendizaje previsto, incluido el aumento de la motivación mediante el incremento de sus creencias de autoeficacia, el automonitoreo de su progreso y la realización de los cambios adaptativos necesarios. |
Un aprendiz autodirigido DEBE ser un autorregulador efectivo para lograr alcanzar los objetivos identificados y establecidos por si mismo. | Un aprendiz autorregulado por lo usual no es un aprendiz autodirigido puesto que los objetivos de aprendizaje son formulados de manera externa por el docente. |
El aprendizaje autodirigido como fundamento para la formación médica
Si bien el aprendizaje autodirigido es considerado como un componente valioso de la teoría y la práctica educativa del siglo XXI, se ha documentado que los docentes batallan para que sus estudiantes integren y fortalezcan este tipo de aprendizaje, lo que ha llevado a algunas entidades internacionales como la Federación Mundial de Educación Médica a incluir estándares que exijan la enseñanza explicita del aprendizaje autodirigido (2)(8). Y es que, para una era de rápida expansión de conocimiento, con tecnologías emergentes y constante transformación de los sistemas de salud, se hace necesario que los médicos tengan la capacidad de mantener sus habilidades clínicas a lo largo de su ejercicio profesional de manera óptima (2).
Aprender en el contexto del cuidado clínico implica que las lagunas teóricas y prácticas representan un riesgo real para los pacientes y sus familias; por ende, el aprendizaje autodirigido es conceptualizado desde la educación médica como un atributo fundamental de la identidad profesional que enfatiza la responsabilidad del médico en la formación continua para fortalecer conocimientos, habilidades y actitudes, favoreciendo las interacciones con pacientes, colegas y demás miembros del equipo (2). Entonces, si el aprendizaje autodirigido es comprendido como uno de los prerrequisitos para ser “buen médico”, se hace imperativo garantizar que los estudiantes se expongan y desarrollen estas habilidades como parte de su proceso de formación (5)(6).
Por otra parte, con la rápida expansión del conocimiento médico, la mejor práctica del ahora puede que sea obsoleta para el mañana, enfatizando la necesidad de formar aprendices de por vida “lifelong learners” que prioricen la formación profesional permanente y se comprometan con actividades de aprendizaje a lo largo de su ejercicio profesional con el propósito de mantenerse actualizados en sus prácticas médicas (9).
En la actualidad, se encuentran descritos 4 elementos clave para establecer una cultura de aprendizaje autodirigido en estudiantes de medicina (2). En la Figura 2 se muestra una adaptación de la representación planteada durante la Millennium Conference de 2019 copatrocinada por la Association of American Medical Colleges (AAMC).
- Atributos personales del estudiante.
- Ambiente institucional: un ambiente de aprendizaje seguro, de soporte y riguroso, dentro del contexto de las obligaciones profesionales.
- Evaluación: procesos de evaluación que cubran las necesidades del entorno y prioricen al paciente y los contextos cambiantes.
- Pedagogía y desarrollo docente: estrategias pedagógicas adecuadas que se alejen de la transmisión pasiva de información (lagunas de conocimiento) y que se centren en el análisis, síntesis y aplicación de conocimiento en escenarios retadores que favorezcan la resolución de problemas (lagunas de pensamiento).
Figura 2. Elementos clave para el establecimiento de un aprendizaje autodirigido en estudiantes de medicina |
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Adaptada de la propuesta en la Millennium Conference de 2019 (2) |
La inclusión del aprendizaje autodirigido en el currículo de pregrado ayuda a los estudiantes a dominar esta habilidad y a transformarse en aprendices de por vida “lifelong learners”(4). Para ello, en imperativo que se establezcan objetivos de aprendizaje claros que permitan a los estudiantes una fácil comprensión sobre como “aprender a aprender” de manera autodirigida y asi lograr gestionar su aprendizaje de forma independiente y responsable en un mundo de conocimiento médico cambiante y de rápida expansión (4)(6)(9). El éxito del aprendizaje autodirigido depende de las estrategias de enseñanza-aprendizaje proporcionadas por los docentes adicionado a la motivación del aprendiz (4). El rol de los docentes como facilitadores del aprendizaje autodirigido es esencial para el éxito de esta estrategia, por lo que el entrenamiento del cuerpo profesoral es fundamental, con énfasis en los principios del aprendizaje autodirigido y las estrategias para incluirlo en su ejercicio docente (9).
Métodos, ventajas y retos del aprendizaje autodirigido en el pregrado
La implementación temprana del aprendizaje autodirigido facilita la rápida adaptación al nuevo método (4). Las metodologías más utilizadas para fomentar este aprendizaje de manera temprana son el aprendizaje basado en problemas, el aprendizaje basado en tecnología, el aula invertida, el aprendizaje basado en casos y el aprendizaje basado en equipos (seminarios, proyectos y discusiones de grupo); el uso de diferentes métodos en diferentes escenarios facilita que el estudiante aprenda de forma más efectiva, además de promover una construcción sólida y mejor del conocimiento (4). Sin embargo, para que un estudiante sea realmente autodirigido, se deben incluir algunos de los componentes descritos por Knowles en el proceso de enseñanza, por ejemplo, que el estudiante se involucre en su proceso de evaluación, que elija sus recursos de aprendizaje, que identifique sus necesidades de aprendizaje, entre otros (6). Lo anterior refleja que el aprendizaje autodirigido es una estrategia compleja para la enseñanza-aprendizaje, que requiere que los docentes y estudiantes conozcan y comprendan diversas metodologías (4).
En la literatura se han descrito múltiples ventajas del aprendizaje autodirigido en donde resaltan la promoción de la autoevaluación, la identificación de las habilidades propias y el aumento en la confianza (4). Por ejemplo, el incremento del conocimiento en un área determinada al articularse con un pensamiento crítico fortalecido conlleva a que el estudiante realice un abordaje diagnóstico y terapéutico adecuado, promoviendo la autoconfianza y de manera concomitante beneficiando al paciente (4)(5). Otras ventajas del aprendizaje autodirigido son el fortalecimiento de las habilidades comunicativas, habilidades de trabajo colaborativo y habilidades de manejo de la información (4).
El aprendizaje autodirigido es un método novedoso en el currículo médico el cual implica retos para los docentes y estudiantes (4). Las revisiones sistemáticas en el tema han demostrado que solo un 8% de las publicaciones realizadas sobre la inclusión del aprendizaje autodirigido en el currículo brindan una definición explicita de aprendizaje autodirigido y menos de 1 de cada 5 publicaciones contempla los componentes clave del aprendizaje autodirigido (6). La revisión sistemática sobre este tema realizada por Buch y colaboradores identificó que los docentes carecen de formación apropiada para instruir a los estudiantes en aprendizaje autodirigido; es necesario que los profesores se entrenen en planear, organizar, implementar y evaluar el aprendizaje autodirigido (4). En la Tabla 2 se muestran otros retos identificados (4).
Tabla 2. Retos para la implementación del aprendizaje autodirigido en el pregrado | |
Manejo del tiempo | Algunas estrategias para favorecer el aprendizaje autodirigido (aprendizaje basado en problemas, aprendizaje basado en equipos, etc) requieren de sesiones largas (mayor tiempo que otras estrategias didácticas) difíciles de incluir en el diseño y estructuración de los programas.
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Participación de los estudiantes | Dificultades con el trabajo en equipo: dado que tradicionalmente el estudiante médico aprende leyendo por sí solo o mediante estrategias centradas en el docente, se han identificado dificultades con las estrategias que implican trabajo en equipo.
Dificultades con la participación de todos los estudiantes: se ha identificado que no todos los estudiantes participan de manera activa y consistente en las estrategias.
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Cultura de aprendizaje tradicional | Se ha identificado resistencia en la implementación de estrategias que favorecen el aprendizaje autodirigido, en particular en escenarios con fuerte arraigo a los métodos tradicionales (didácticas con estrategias centradas en el docente).
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Conclusiones
El contar con habilidades para un aprendizaje autodirigido es un punto clave que conecta la formación de pregrado, posgrado y el desarrollo profesional permanente; los aprendices del ahora y médicos del mañana deben ser entrenados para adoptar un abordaje reflexivo y critico de su propio ejercicio profesional con miras a una práctica excelsa, actualizada y ajustada a las necesidades del entorno. Para ello, es primordial brindarles una experiencia de aprendizaje que implique y fomente el desarrollo de habilidades de este tipo de aprendizaje. Lo anterior implica grandes retos para las facultades, docentes y estudiantes, sin embargo, los beneficios para el aprendiz sobrepasan los desafíos para el sistema educativo.
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