El papel de las facultades en la Covid19

Las facultades de medicina asociadas en Ascofame han respondido con sentido de oportunidad, responsabilidad y solidaridad frente a la pandemia de la Covid19.

Desde que se declaró la emergencia sanitaria, Ascofame y sus 55 facultades han estado apoyando con acciones concretas los esfuerzos de las autoridades y del país para enfrentar esta contingencia.

Algunas facultades adelantaron grados para fortalecer la capacidad de los equipos de salud en todo el país. Fueron 2.417 médicos generales y 195 especialistas, que de manera anticipada entraron a apoyar la atención de los servicios de salud en diversas regiones.

También se pusieron a disposición del sistema de salud 17 laboratorios para realizar pruebas Covid19, una vez fueron habilitados por el Instituto Nacional de Salud. Con sus docentes, investigadores y estudiantes participaron en ocho proyectos para el desarrollo de ventiladores, en colaboración con la empresa privada.

El fortalecimiento de las capacidades individuales y de trabajo en equipo ha sido clave para atender la población afectada por la pandemia en ámbitos hospitalarios, domiciliarios y comunitarios. Por eso la enorme acogida de las 98 acciones formativas realizadas por Ascofame para enfrentar la pandemia, beneficiando de manera gratuita a más de 72 mil integrantes de los equipos de salud de todas las regiones del país, e incluso de otros países Iberoamericanos.

En materia de educación médica, Ascofame desarrolló el Banco de Recursos Educacionales en Salud, que compila 428 recursos revisados y seleccionados para apoyar a nuestras facultades en los procesos formativos en el marco de la pandemia y la pospandemia. A la par, ha promovido acciones para proteger a la comunidad académica, desarrollando protocolos rigurosos para las actividades formativas y coordinando acciones con las autoridades nacionales, regionales y locales para el retorno a las actividades académicas en los campus y escenarios de prácticas asistenciales.

¿Innovaciones educativas?

Autor:
Dr. Álvaro Bustos González
Decano de la Facultad de Ciencias de la Salud
Universidad del Sinú – Elías Bechara Zainúm-, Montería

En época de reinvenciones, el regreso de los estudiantes a las universidades en los próximos días viene acompañado de un cúmulo de encargos para aprender a distancia. El término enseñanza virtual no es aceptado; se habla de “acceso remoto”, siempre en función del uso de las nuevas tecnologías.

Esta pandemia y sus dramáticas consecuencias han obligado a profesores y estudiantes a modificar el habitual esquema de la presencialidad, no a suplantarlo, y a utilizar diversas aplicaciones digitales y variadas plataformas tecnológicas para no interrumpir la secuencia de los estudios. No hay remedio: los aspectos teóricos seguirán por un buen trecho dictándose remotamente; las actividades prácticas, de laboratorio, empresariales o clínicas, sin embargo, deberán estar sujetas a prefigurados esquemas de protección.

Ahora viene la pregunta inevitable: ¿se puede garantizar el aprendizaje con base en estas nuevas modalidades de enseñanza? Por supuesto que sí, bajo una sola condición: que el estudiante estudie. Cualquier método pedagógico fracasa si los discentes no asumen su condición con entereza. De los clásicos conceptos del ser, el saber, el saber hacer y el saber relacionarse, que involucran la conciencia, el carácter, las competencias y el contorno social, pasamos a considerar lo cognitivo, lo emocional y los contextos. ¿No es eso lo mismo?

Para algunos pedagogos la invocación del pasado, de Sócrates, por ejemplo, es un anacronismo. ¿Será que el “sólo sé que nada sé”, como gesto de humildad, ya perdió toda vigencia? Si el individuo cree que lo sabe todo, ¿de dónde va a sacar la voluntad de renovarse y de mantenerse actualizado? La mayéutica socrática, el extraer con tino los frutos potenciales que cada quien lleva en su caletre, puede perfectamente compaginarse con cualquier metodología contemporánea, y sólo dará resultado, repito, si el estudiante aprende disciplinadamente todo lo que le corresponde y algo más.

Reconocen otros pedagogos que los estudiantes, por razones genéticas, educativas o socioculturales, poseen distintas capacidades. El tema de la vocación (dedicarse consagradamente a un aprendizaje) es el único que podría atenuar esas diferencias. Pero esos mismos pedagogos, quienes sostienen que los viejos métodos de enseñanza produjeron más daño que beneficio, aducen que la solución es fabricarles a los estudiantes, a contrapelo de su bagaje cognitivo, un ambiente emocional apropiado y un contexto tal que le permita a cada uno el mejor desarrollo de sus aptitudes.

Se queda uno cavilando sobre cómo habría que hacer, siendo el ser humano tan diverso en sus necesidades emocionales y en la valoración de sus propios intereses intelectuales, para que esos postulados igualitarios se lleven a cabo a plenitud, y la respuesta que aparece como un fantasma es que la ecuación enseñanza-aprendizaje de nuestro tiempo, adornada con el brillo de la Big Data y el internet de las cosas, parece recaer, oh paradoja, más en la universidad que en el alumno, como si éste estuviera condenado a ser un receptor pasivo de dádivas académicas que contribuyen más o menos a su formación.

Pero el dislate mayor de los pedagogos a los que me refiero radica en pensar y decir que el profesor ya no es el poseedor del conocimiento, puesto que éste reposa en las redes. Lo que está en las redes es la información, señores de la pedagogía, y el estudiante lo que tiene que hacer, de la mano de sus maestros, es aprender a distinguir la paja del trigo, es decir, la información desordenada y falaz del verdadero conocimiento.

* Las opiniones expresadas por los columnistas invitados por www.ascofame.org.co en los artículos son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no necesariamente reflejan los puntos de vista de la Asociación.

Conferencista 1

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09:00 – 12:00

Reinventando la educación médica, lecciones aprendidas:
Coordinador: Carlos Gómez-Restrepo. Decano Facultad de Medicina. Pontificia Universidad Javeriana Bogotá
Norte: Hernando Baquero. Decano Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad del Norte.
Centro: Álvaro Romero. Decano Facultad de Medicina. Universidad de la Sabana.
Oriente: William Reyes. Decano Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad de Santander – UDES.
Occidente: Edgar Parra. Decano Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad del Cauca.
Eje Cafetero: Jorge Luis Duque. Decano de la Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad del Quindío.

14:00 – 15:00

Panel sobre Educación Médica
Moderador: Carlos Gómez-Restrepo. Pontificia Universidad Javeriana Bogotá
Reinventando el Pregrado de medicina
Claudia Jaramillo.
Universidad de Caldas
Sala de Pregrado. CGEM.
Reinventando la educación posgraduada
Carlos Palacio.
Universidad de Antioquía
Sala de Posgrado. CGEM.
Reinventando el Desarrollo Profesional Permanente
Juan José Rey.
UNAB
Sala DPP. CGEM.